Cuando el espacio en casa empieza a escasear y cuentas con un jardín o patio exterior que puedes usar a modo de desahogo, lo más lógico es que empieces a mirar casetas de jardín o cobertizos.
En el mercado podrás encontrar distintas opciones en cuanto a tamaños, formas y materiales, que pueden hacer que te surjan dudas: ¿qué es mejor para mi? En ORION91 tenemos una opción muy clara: las casetas de jardín de resina son claramente superiores. Te contamos por qué.
¿Por qué elegir un cobertizo de resina?
Aunque se pueden encontrar infinidad de opciones, tres son las más habituales: resina, madera y metal. ¿Por qué nosotros apostamos por la resina?
· Se trata de un material más ligero, lo que facilita su transporte hasta el domicilio del cliente, algo que incide directamente en el precio. Además, podrás transportarlo desde la puerta de tu hogar hasta el lugar donde vayas a montarla sin ayuda de nadie, ya que aunque el paquete suele ser voluminoso, no será demasiado pesado.
· El montaje de un cobertizo de resina es mucho más sencillo que los de metal o madera. Además, todos los productos de ORION91 adjunta un manual de instrucciones en castellano, que te facilitará enormemente el trabajo.
· Las casetas de jardín de resina suelen tener una entrada de luz natural, ya sea en la puerta o una pequeña ventanita que, aunque no sea imprescindible, te ayudará a mantener el orden en su interior y encontrar lo que buscas rápidamente.
· Los cobertizos plásticos suelen tener suelo, algo que casi nunca incluyen las casetas de otros materiales.
· Si eres una persona ocupada, esta te gustará especialmente: la resina es un material altamente resistente que no necesita apenas mantenimiento. Un trapo de agua jabonosa para eliminar la suciedad (mejor secar después, para evitar las marcas del agua) y listo.
¿Qué tipo de material es la resina?
Aunque puede tener un origen natural o artificial, normalmente las resinas que se usan para fabricar mobiliario de exterior son sintéticos polimerizados de tipo plástico, duros y resistentes a las altas temperaturas.
Entre sus principales propiedades destacan su baja densidad, lo que permite crear fácilmente productos de distintas formas, su resistencia al paso del tiempo y las inclemencias climáticas, y su bajo precio, consiguiendo muebles económicos y muy resistentes.