Las lámparas de mesa son más aconsejables para aparadores, cómodas, mesitas de noche, mesas auxiliares y demás mobiliario común. Los flexos o lámparas de escritorio, por otro lado, cuentan con una iluminación focal que mejora la visibilidad del espacio de trabajo, por lo que se aconsejan para despachos, cuartos de estudio y oficinas.